Especies utilizadas en Lombricultura
Los gusanos anélidos suman actualmente unas 20.000 especies, muchas de las cuales son susceptibles de ser cultivadas. Entre las marinas hay que señalar a las nereidas, gusanos utilizados como cebo de pesca e incluso para alimentación humana.
Amasijo de pequeñas lombrices recién salidas de cocones.
Más interés despiertan las lombrices terrestres por su importancia como estabilizadores del suelo y producción de biofertilizantes. De las más de 4.000 especies de lombrices de agua dulce y terrestres, una cincuentena se cultivan o están en proceso de investigación para derivarlas a la empresa privada. La familia más conocida para estos menesteres es la de los Lumbrícidos, si bien otros grupos próximos aportan apreciables beneficios ambientales.
Cocones, uno de ellos (arriba a la izquierda), se observa con dos embriones tempranos.
Lombrices en su ecosistema de cultivo. A la derecha, una penca de chumbera que aporta humedad y nutrientes.
Evidentemente, las especies comerciales cumplen con los requisitos de toda separación biológica para su cría masiva:
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Ciclo de vida corto.
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Alto poder reproductor.
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Amplia tolerancia ambiental.
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Alta adaptabilidad al hacinamiento.
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Resistencia a las enfermedades.