Sin duda alguna la regulación y legalidad del cannabis ha sido un tema de controversia tanto en España como en todos los países que componen el mundo.
Hoy día es complicado imaginar un cultivo del cannabis en España, pero hoy te contamos por qué puedes estar tranquilo y por qué podrías cultivar esta planta, ya que tiene multitud de usos dentro de la legislación española.
La mayoría de países tienen actualmente una legislación introductoria sobre el cultivo, posesión, venta y consumo de cannabis, pero los productos no psicoactivos, que en este caso son nuestro centro de atención, son legales y se puede obtener una licencia para el cultivo del cannabis.
En España, de forma general, el cannabis es ilegal para su uso comercial de lucro, pero su cultivo y uso personal está descriminalizado. Cada comunidad autónoma tiene su propia regulación al respecto y nunca está de más informarse debidamente.
Ahora bien, en la actualidad se pueden encontrar multitud de productos sin THC (Tetrahidrocannabinol, psicoactivo de la planta Cannabis Sativa) que tienen la denominación de “CBD”, que conservan muchas de las propiedades del cannabis.
El CBD o Cannabidiol es uno de los componentes de la planta del cannabis, es capaz de aportar muchos beneficios sin ser un psicoactivo (que afecta a la conciencia o actividad mental).
Algunos de los atributos terapéuticos de dicho componente son:
Esto hace que el CBD se emplee en el tratamiento de diferentes enfermedades tales como:
En la actualidad, se pueden comprar multitud de tipos de semillas de cannabis CBD, lo que favorece al aprovechamiento máximo de la planta dentro de la legalidad.
A la hora de cultivar una planta de cannabis debes saber que tiene una gran multitud de usos, y se puede aprovechar de muchas maneras.
Esta es la parte más aprovechable del cannabis, se pueden sacar multitud de productos, aparte de fumar el contenido, tales como: sales de baño, velas, aceites, jabones, maquillaje, cremas, pasteles, snacks, café, infusiones y bebidas alcohólicas, etc.
Los tallos del cannabis se pueden utilizar para hacer: té, mantequilla, cremas, aceites corporales. Estos productos tienen una serie de beneficios como la hidratación, relajación, etc.
Las hojas de esta planta se pueden utilizar para decoración de postres y manualidades.
Sin duda, plantarlas de nuevo es la mejor opción, así se aprovecha la materia en su totalidad.
A continuación, te mostraremos algunos puntos a tener en cuenta a la hora de cultivar cannabis.
Se pueden utilizar distintos tipos de fertilizantes que tienen sus ventajas e inconvenientes, para añadir a la planta una serie de micro y macro nutrientes, estos son:
La planta del cannabis requiere de nutrientes en las diferentes fases del cultivo, por lo tanto, elegir el mejor fertilizante que sea todo en uno para esta planta es fundamental.
Las dos opciones pueden rendir exitosamente y proporcionar grandes frutos. Los fertilizantes químicos disponen de todos los componentes de forma instantánea, esto puede parecer una ventaja, pero en realidad puede provocar un estrés en la misma planta o quemaduras por químicos.
Además, deja residuos en la propia planta, lo que hace que lo que elabores y consumas sea perjudicial para tu salud.
Desde Vermi Organic recomendamos utilizar fertilizantes orgánicos, ya que, además de ser sostenibles y respetuosos con el medio ambiente, otorgan mejores resultados en la calidad final del producto, mayor aroma y sabor.
Este fertilizante orgánico permite cultivar tanto en exterior como en interior ya que proporciona los nutrientes esenciales para cada una de las fases de cultivo del cannabis.
Autocomplet 3 en 1, como su nombre indica, se divide en tres botes, cada uno orientado a las distintas fases del cultivo desde su germinación (Autocomplet 1 Root & Grow) hasta su floración (Autocomplet 3 Bloom & Productive) pasando por el crecimiento (Autocomplet 2 Grow).
En esta fase, con Autocomplet se produce un mayor desarrollo de nitrógeno en el suelo y ofrece una mayor disponibilidad de carbono. Aparte de disminuir las plagas, protegiendo a la planta así de patógenos e insectos.
Durante esta fase se integran microorganismos de biocontrol donde se aumenta la resistencia de la planta.
Favorece a una mayor formación de flores con alta graduación de azúcares. Si se trata de otro tipo de frutos (como tomates) favorece a un mejor sabor y obtención de nutrientes.
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