Hace miles de años la Tierra tenía un manto de roca. Durante las glaciaciones los glaciares se movieron y trituraron las rocas de una forma lenta e inexorablemente. El suelo sostuvo la vida de las plantas, ya que disponía de los minerales necesarios para su crecimiento.
Durante miles de años, los micronutrientes esenciales fueron incorporados continuamente por las plantas, a menudo hasta el punto de agotarlos. En la actualidad, agricultores y jardineros intentan añadir nutrientes a la tierra por medio de fertilizantes, compost u otras formas. Sin embargo, estos materiales rara vez contienen todos los micronutrientes erosionados o absorbidos por las plantas.
El uso de polvo de roca no es nuevo. La investigación agrícola con polvo de rocas y minerales no procesados químicamente, basado en el concepto de «pan de las piedras» se inició en el siglo XIX por Missoux (1853-1854) y Hensel (1890, 1894), entre otros.