Hace miles de años la Tierra tenía un manto de roca. Durante las glaciaciones los glaciares se movieron y trituraron las rocas de una forma lenta e inexorablemente. El suelo sostuvo la vida de las plantas, ya que disponía de los minerales necesarios para su crecimiento.
Durante miles de años, los micronutrientes esenciales fueron incorporados continuamente por las plantas, a menudo hasta el punto de agotarlos. En la actualidad, agricultores y jardineros intentan añadir nutrientes a la tierra por medio de fertilizantes, compost u otras formas. Sin embargo, estos materiales rara vez contienen todos los micronutrientes erosionados o absorbidos por las plantas.
El uso de polvo de roca no es nuevo. La investigación agrícola con polvo de rocas y minerales no procesados químicamente, basado en el concepto de «pan de las piedras» se inició en el siglo XIX por Missoux (1853-1854) y Hensel (1890, 1894), entre otros.
Beneficios de la remineralización con polvo de rocas
- Proporciona una natural y lenta liberación minerales y oligoelementos.
- Aumenta la ingesta de nutrientes de las plantas.
- Aumenta los rendimientos y eleva el grado brix.
- Reequilibra el pH del suelo.
- Aumenta la actividad de las lombrices y el crecimiento de microorganismos.
- Previene la erosión del suelo.
- Aumenta la capacidad de almacenamiento del suelo.
- Aumenta la resistencia a los insectos, las enfermedades, las heladas y la sequía.
- Produce cultivos más nutritivos.
- Mejora el sabor de los cultivos.
- Disminuye la dependencia de los fertilizantes, pesticidas y herbicidas.
- Construye más suelo.
Tipos de polvo de roca
Calcita
El carbonato cálcico natural (Calcita) es un producto ideal para una agricultura sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Es utilizada para reducir la acidez del suelo en abonos agrícolas para tierras demasiado ácidas como amortiguador natural, estabilizando el valor del pH del suelo.